¿El Petro es una criptomoneda?

El Petro es una de las iniciativas que ha implementado el Gobierno venezolano, liderado por el presidente Nicolás Maduro, para tratar de obtener fondos, con los que pueda sortear la durísima crisis económica por la que atraviesa el país sudamericano, sumido en una inflación que ronda los cuatro dígitos. Pero ¿es realmente el Petro una criptomoneda?
El Gobierno venezolano, en su oferta inicial de moneda (ICO, por sus siglas en inglés), dijo que logró vender 100 millones de Petros y recaudar cerca de cinco mil millones de dólares. Esta fue una opción interesante, empleada por Caracas, para obtener fondos no vinculados al dólar estadounidense. Dichos fondos probablemente no hayan llegado de Estados Unidos o la Unión Europea, ya que tanto Washington como Bruselas han impuesto fuertes sanciones económicas y políticas a Venezuela, porque consideran que la democracia ha quedado resquebrajada en esa nación.
¿Cuál es el valor del Petro? Venezuela trató de vincularlo directamente con el precio del barril de petróleo, que en estos momentos está en alza, a partir de la imposición de nuevas sanciones a Irán, por parte de Washington y de la guerra comercial, lanzada por Donald Trump. Por tanto, aunque aparezca supuestamente vinculado con el precio del barril de petróleo, el Petro estaría controlado por Caracas y este es uno de sus puntos débiles, ya que va en contra de la idea de desvinculación de los gobiernos que caracteriza a las criptomonedas.
Teniendo en cuenta lo anterior, en realidad, el Petro no es una criptomoneda, sino un token o activo digital, respaldado por las enormes reservas petroleras venezolanas, consideradas las mayores del mundo. Al adquirir un Petro en realidad no se está comprando algo que pueda ser libremente minado y comercializado en una casa de cambio de criptomonedas. El minado del Petro es controlado por el Gobierno venezolano, que será el que decida con qué tasa de cambio comercializará el Petro. Así que es simplemente una mera digitalización de la deuda de un país.
Cuando los inversores puedan comercializar el Petro, probablemente no se vea la volatilidad en los precios como ha sucedido con otras criptomonedas, sobre todo porque su precio estará controlado por el Gobierno venezolano y no estará vinculado con la oferta y la demanda. Los que han invertido en el Petro podrán comprobar que fue fácil adquirirlo, pero queda la duda sobre si será posible comercializarlo, una vez haya concluido la ICO.